Viaje a Cabo Verde - Isla de la Sal

Hace unos meses hice una entrada sobre consejos y cosas a tener en cuenta si se va a viajar a Cabo Verde, a la Isla de la Sal concretamente.


Todo lo que puse en su día, era casi todo teoría, pues aún no habíamos echo el viaje, salvo los sitios en los que vacunarse que eso si que lo pude escribir bajo propia experiencia.


Hoy me voy a dedicar a contaros la experiencia del viaje, que creo que es lo mas importante de todo, lo que hay que tener en cuenta y que es interesante saber sobre la pequeña Isla de la Sal y sus habitantes. Aconsejo este viaje a todo aquel que quiera descansar y desconectar. Como no hay mucho que ver, tendréis tiempo de sobra para tumbaros a la bartola, bañaros en la playa (o piscina) inflaros a cubatas y dormir mucho.


Lo primero de todo es que vamos a viajar 3 horas atrás en el tiempo (esta algo mas lejos que Canarias), y lo primero que nos chocará cuando lleguemos es que parece que hemos viajado años atrás en lugar de solo 3 horas. Los autocares que nos esperan para llevarnos al hotel son unas furgonetillas con varias filas de asientos sin cabezal y con un remolque donde llevaran nuestras maletas. Lo segundo mas chocante (sobretodo si vais en octubre, cuando en España la temperatura ya empieza a bajar) es la temperatura local a esas horas de la noche. Nosotros llegamos a la isla sobre las 12:30 de la noche, y al hotel sobre la 1, y de verdad, un calor y una humedad ambiental asombrosa. Lo primero que pensé fue: "Aquí de día se deben derretir hasta las manzanas de los arboles", cosa que no es posible ya que mas tarde observaría que en la isla de la Sal lo mas parecido a un árbol frutal es un matojo de pinchos.

Nosotros estuvimos en la población de Santa María, en el hotel Belhorizonte. Los había mas lujosos, pero también mas caros. Por precio la verdad es que no estaba nada mal, con bar en la piscina y todo, de esos que te puedes emborrachar directamente sin salir del agua. La comida en la isla no esta mal, eso si, no esperéis que la carne sea fantástica. Como buena isla, lo mejor de aquí es el pescado, la carne es bastante escasa y del montón. Antes de seguir con el rollo quiero hacer incapie en el tema bebida. Antes de ir y durante la estancia te dicen mil veces que no bebas agua del grifo por no ser como nuestra agua (ellos están acostumbrados) y así evitar problemas de salud. Pues bien, si, es cierto, pero también es cierto que el agua embotellada que nos dan no tiene la misma composición que la que bebemos nosotros aquí (se parecen lo mismo que un erizo a un escorpión), así que si os gusta la cerveza hacedme caso y inflaros a cerveza porque como bebáis agua embotellada os va a dar una diarrea de la ostía. La cocacola, fanta, sprite y refrescos similares están echos con soda y polvos de sobre que le dan el sabor, así que también podéis beber refrescos (pero sin hielos a poder ser). Las pastillas esas para cortar la diarrea no valen para nada, me rio de las pastillas. A mitad de semana de estar en la isla empecé con la diarrea y estuve 15 días para que se me cortara (según me dijo el médico la diarrea de viajero puede durar hasta 20 días) y no pude comer comida normal hasta pasadas 4 semanas. Así que ya sabéis, si no queréis parecer una maquina de chocolate a la taza bebed de todo menos agua.

Sigo con el rollo.

La suposición sobre la temperatura que hice la noche que llegamos a la isla se hizo realidad. Durante el día pega un sol de la ostia, en 1 minuto tienes un helado derretido. El sol sale sobre las 6:30-7:00 hora local y se pone sobre las 19:30-20:00. No es difícil levantarse a las 7 de la mañana, pues a esa hora serían las 10 en España, con lo cual, en la isla de la Sal seremos unos madrugadores profesionales. Sobre las 8, ya desayunados podréis ir a la playa y buscar una buena sombra, ya que a partir de las 9 de la mañana el sol ya pega con la misma intensidad que aquí en pleno Agosto a las 12 del medio día. Creedme y hacedme caso, poneros a la sombra. El día que mas estuve al sol fueron 40 minutos y me tuve que pasar toda la tarde tumbado por culpa de una insolación. Vuestro mejor aliado en la isla será una gorra o un sombrero, si no os la lleváis en la maleta sabed que podéis conseguir gorras chulas por menos de 10€ a los vendedores, pero sera todo cuestión de regatear.


Tras descansar un poco querréis ir a visitar el pueblo, como es normal, y ver como viven los isleños. El idioma en la isla es un Portugues mal hablado, ellos lo llaman criollo. La moneda de cambio en la Isla es el escudo caboverdiano, podéis cambiar euros por escudos en cualquier banco de la isla, el cambio es aproximadamente 1€-100escudos (no recuerdo el importe exacto). Podéis pagar en euros también, lo cojen en todas partes, pero os recomiendo cambiar y pagar en escudos, os tratarán mejor a la hora de pagar. Lo único interesante que tenéis que saber es que si vais a pasear una vez estéis en el pueblo concentraros en mirar el frente y no darle conversación a nadie, es decir, por violento que parezca, la clave reside en ignorar a todo el mundo. Tenemos que hacer como antiguamente se les hacía a los burros que se les ponía un casco que tapaba los ángulos laterales de su visión para que solo miraran al frente y no se distrajeran. Si lo conseguimos nuestra visita será de lo mas plácida. El pueblo esta lleno de africanos que nos intentarán vender hasta a su madre si es necesario. Primero te saludan, así que como les devuelvas el saludo ya estas listo. Tienes que ser hábil para deshacerte de ellos, te siguen y te van contando su vida (entre visca el barça y cosas de esas) y es muy difícil darles esquinazo. Como ya he dicho, lo mejor es ni mirarlos (son muy buena gente eso si, pero pesados), no se lo toman a mal. Ellos saben que los que saludan son los recién llegados a la isla y que no saben de que va la película, así que atacarán vendiendo de todo.










Tal como os he contado, los isleños son un poco pesados en lo que a vender se refiere, pero todo tiene su explicación. En la Isla de la Sal el salario medio es de menos de 200€ y cualquier alquiler de vivienda ya les cuesta 300€ como mínimo. Y hablamos de 300€ por unas viviendas que si vais ya veréis que dan autentica pena. Por lo que nos contaron, lo que suelen hacer es los primeros años viven en barracas mientras se van construyendo poco a poco una vivienda con lo que van ganando. Así que si os dais una vuelta por la isla, no os extrañe ver que las zonas con barracas están repartidas por toda la isla. En cualquier rincón ves un taxi aparcado al lado de una chabola echa de chapas y madera y una familia allí cenando en la puerta con una mesa echa con neumáticos y un tablón. Si tenéis pensado hacer este viaje no estaría de mas que llevarais alguna cosa para los pequeños, pues les hace mucha ilusión unas chucherías o libretas y colores por ejemplo y a nosotros francamente nos cuesta nada y menos. Como en las películas, si paramos con el coche o con un autobús en la zona de chabolas todos los niños se acercarán corriendo para ver si les cae alguna cosa.


El archipiélago de Cabo Verde consta de 11 islas, Santo Antao, San Vicente, Santa Luzia, San Nicolas, la Sal, Boa Vista, Maio, Santiago, Fogo y Brava. El archipielago tiene una población total de 495.999 habitantes (según el banco mundial de población). La Isla de la Sal, que es la que nos interesa, tiene una superficie de 215Km cuadrados, es decir, es muy pequeña. En la parte mas estrecha de la isla, cuando vas por la carretera si miras a ambos lados puedes ver mar. La población en la isla es de 25.657 (en 2010), la mayoría residentes en Espargos que es la localidad mas importante. El punto mas alto de la isla es de 406m. La isla tiene varios pueblos, Espargos, Feijoal, Fontana, Hoetalâo, Palmeira, Pedra de Lume, Prezuiça, Requinho Fiúra, Santa Maria y Terra Boa. En la Isla de la Sal viven principalmente del turismo, pero no un turismo de ver monumentos, ni montañas, ni nada que se le asemeje, ya que no hay nada que ver, así pues todo lo que atrae el turismo es el clima y las playas. Unas playas eso si, espectaculares para relajarse a la sombra de una sombrilla leyendo un libro o escuchando la tranquilidad del infinito, pues en sus kilómetros de playas es difícil encontrarse aglomeraciones de gente en ellas con lo que estaremos muy tranquilos en todo momento. Y en la playa nadie te viene a molestar como en el pueblo. Sus playas son idóneas para aquel que le guste practicar Windsurf o Kitesurf, según nos comentaron se celebra allí algún tipo de campeonato de estas disciplinas.


Si nos interesa ver la isla al completo tenemos varias opciones. Para los mas aventureros hay locales de alquiler de vehículos (o en el mismo hotel, pero será mas caro) con los que poder ir a dar un paseo por la isla, pero puede resultar que nos metamos en algún rincón donde no debamos, así que yo esta opción la descartaría. Pero cada cual sabe donde se mete. La segunda opción (es lo que hicimos nosotros) es cojer una excursión turística en la que iréis en un minibus e iréis con gente de vuestro hotel y vais a ver las 4 cosas mas notorias de la isla (que se ven en una mañana), de este modo tenéis un guia que no tiene que ir distraido conduciendo y que os irá explicando todo lo que sepa sobre la isla. Como última opción os encontraréis con muchos lugareños que nos ofrecerán por 30 o 40€ llevarnos en su Pick-up a recorrer la isla, de esta manera si os juntáis algún grupo de 5 o 6 personas (creo que caben algunas mas) os saldrá muy bien de precio y vais a ver exactamente lo mismo que se ve con las excursiones turísticas.




Y con esto por hoy es suficiente. Os dejo unas cuantas fotos que hicimos en el viaje: Álbum 1 - Álbum 2.

Otro día os contaré 4 cosillas que tenéis que visitar en la Isla por si os animáis a ir por vuestra cuenta.


Hasta la próxima.





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