
Mi pareja, happypowerflower y fiel seguidora de las películas con final feliz (sabes que te quiero pollina mía), defendía con dientes afilados que el dinero no da la felicidad. Estaba en sus trece de que el dinero no puede jamás hacer feliz a nadie, simplemente da tranquilidad y seguridad a la hora de realizar ciertas acciones.
Yo, como no, intento mantenerme con los pies en la tierra (o eso creo) y por lo tanto creo que del amor uno no vive, aunque por amor se procrea (en algunos casos en exceso) y se sonríe en épocas de mucha pena y poca gloria, pero no se vive. Digo esto, porque el amor, el oxigeno y la cura a unas pocas enfermedades, como por ejemplo el cáncer, son las únicas cosas que el dinero no puede comprar. Cualquier cosa vale dinero, por poco que sea, la comida, el transporte o la vivienda.
La regla de tres con la que demostré mi teoría fue simple. Ella, al igual que yo, quiere independizarse. En el periodo en el que vivimos, nadie me discutirá que la vivienda es muy muy cara, con lo cual sin un trabajo difícilmente podrías acceder, básicamente porque al ir al banco a pedir dinero se reirían en tu cara y te escupirían en la frente (cosa que yo también haría, pues nadie da duros a 4 pesetas).
Pongamos que yo le digo a mi pareja que no tengo dinero y que soy tan vago (o anarquista) que no quiero trabajar, que mi idea es vivir del amor del espacio y dormir bajo un puente mientras planto en un parque cercano unos tomates para comer y el agua la recogeré de madrugada del rocío de las hojas, y que por ello no me voy a comprar un piso con ella. Fijo que mínimo se enfada, por no mencionar mis dos piernas partidas y el abandono inmediato, con lo cual si revertimos la situación (cosa no muy difícil de imaginar), el día que compremos nuestro piso, ella será muy feliz (y yo también por supuesto) con lo cual, es tan simple como hacer una regla de tres y deducir que sin dinero no hay piso, y sin piso no hay felicidad.
Podéis aplicar la regla de tres a cualquiera de las tontas acciones que hacéis a diario, y el que piense que el dinero no da la felicidad, que por favor me explique su razonamiento para poder soñar yo también con ese jardín de flores rosas.
PD: se me olvidaba añadir, que si alguien inventara una vacuna contra el cáncer estoy seguro que valdría mínimo medio brazo, un pulmón y una casa en la sierra.